CUATRO ADENTRO Y EL ALMA DE CAMPEÓN LIBERADA

Como en los viejos buenos tiempos y como en los mejores tiempos que vendrán, anoche nuestro equipo nos regaló la alegría incomparable de vencer al clásico rival, golearlo, eliminarlo y gozarlo hasta que llegue el siguiente partido que nos enfrente. Escobar ya no tiene mucho por demostrar, su calidad e importancia en partidos decisivos ya ha sido expuesta desde hace varios años, pero el equipo como tal, sí nos está dando señales de que puede convertirse en ese conjunto velóz, de precisión a un toque que se insinuó en el inicio del ciclo Soria, en la Sudamericana y en los partidos iniciales del torneo local. Parece que sin Lito Reyes el equipo gana en dinamismo, y también se libera de la espada pendiente de la tarjeta roja que lo persigue cada vez que juega de titular. Ramallo está aún lejos de la categoría de nuestros delanteros históricos y "Chamagol" -como dice Funes- es mas "Chamapase" por el momento, entonces, esa es la principal carencia que tenemos ante la posibilidad de jugar las finales del campeonato. Pero volviendo a anoche, se liberó nuestra alma de campeón, la garra tan famosa y necesaria a la hora de nuestros triunfos; le ganamos bien, quizá con algún sufrimiento por las llegadas de Lissio y Ferreira en el segundo tiempo, cuando el partido aún no estaba definido. Pero los goles hablan por sí mismos, y el funcionamiento mas la entrega y la mística que empieza a recuperarse pueden derivar en un fin de año con sabor a festejo, con olor a Tigre, con bandera al viento y bríndis del corazón .