Template by:
Free Blog Templates

sábado, 4 de abril de 2009

JOHNNY VILLARROEL

Jugador cochabambino, formado en la Escuela Enrique Haap, comenzó su carrera profesional en Wilstermann, en 1988, donde tuvo destacadas actuaciones y compartió equipo con Taborga, el arquero Terrazas y otros. En 1990 es contratado por The Strongest, donde comparte la delantera con Ramallo, en su primera etapa en el club, y Ortega, afirmándose desde el principio como un jugador valioso; no contaba con un físico portentoso pero sí con una gran habilidad y velocidad, además de inteligencia para optar por gambetear solo o buscar espacios.
Para el año '92, ya era el As mas importante con que contaba el equipo, y con el brasileño Jasson Rodriguez, formaron una dupla que prometió mas de lo que concretó, finalizando el año sin logros. Los programas deportivos de la televisión eligieron unánimemente como el gol del año a uno de Johnny Villarroel en el que elimina a varios jugadores de Independiente Petrolero y ya sobre la línea vuelve a enganchar hacia adentro eliminando también al arquero y entrándose "con pelota y todo" al arco.
Sus grandes actuaciones le dan el crédito sufiente para ser convocado a la selección de Azkargorta e integra el ciclo desde sus inicios, gira por Centroamérica, pero solo juega un partido en las eliminatorias '93, en el 7-0 con Venezuela en La Paz.
Durante el segundo semestre de 1993, se constituye en el goleador y capitán alterno del equipo que sería campeón de la temporada. Tenía la sana costumbre de "vacunar" a Bolivar en los clásicos, y durante el torneo tuvo su "hat-trick" en un clásico en el que un Cristaldo extráñamente enrulado, lo veía pasar sin poder hacer nada, porque los contragolpes en dupla con "Pino" García, eran letales; su velocidad y contundencia ya empezaban a hacer soñar con el título que llegaría en Santa Cruz, contra Oriente por la última fecha del hexagonal.
Con el título llegaba el compromiso de la Copa Libertadores, en la que The Strongest compartía grupo con el segundo de Bolivia, Bolivar, y los venezolanos, Táchira y Minervén. La campaña durante esa Copa y la temporada en general fué para el olvido. Villarroel, ya capitán absoluto, discutió los premios por el título y la Libertadores y se ganó la animadversión y ensañamiento de Sfeir, que primero lo colgaría y luego haría que Johnny se vaya del club. Luego volvería en 1996, pero, salvo su dósis a Bolivar en un clásico, pasaría sin gloria.
Fué tentado, como todos nuestros buenos jugadores, para jugar en Bolivar; por los motivos que sean y a diferencia de Ramiro Castillo y Oscar Sanchez, no lo hizo. En 1998, llegó con Wilstermann, y cuando la voz del estadio anunciaba su alineación que con cada nombre recibía una silbatina, llegado el "10" de Villarroel, a alguno se le ocurrió silbarlo, pero la mayoría, con toda razón, exigió respeto para el ídolo reciente.

0 comentarios: